Las mayúsculas también comunican (y a veces lo que no quieres decir)
Puede parecer un detalle sin importancia, pero escribir todo en mayúsculas transmite mucho más de lo que imaginas. Aunque para algunos sea solo una forma de resaltar o “hablar con énfasis”, en realidad puede interpretarse como una manera agresiva o poco amable de comunicarse. En el lenguaje digital, las mayúsculas equivalen a gritar, y nadie disfruta que le hablen a gritos, ¿verdad?
Más allá de la percepción, también existen razones ortográficas y estéticas para evitar abusar de ellas. Un texto completo en mayúsculas es difícil de leer, carece de ritmo visual y puede generar rechazo, incluso en conversaciones informales como en WhatsApp o redes sociales.
Cuándo sí se deben usar las mayúsculas
Las mayúsculas tienen funciones precisas y limitadas, establecidas por las normas de ortografía. Algunos de los casos en los que sí deben emplearse son:
Al inicio de una oración.
En nombres propios de personas, lugares o instituciones.
En siglas y acrónimos (ONU, FIFA, RAE).
En números romanos (Siglo XXI, Luis XIV).
En instituciones oficiales o títulos específicos.
Por ejemplo, la Real Academia Española explica que se escriben con mayúscula los nombres y adjetivos que forman parte de las asignaturas o cursos de carreras universitarias o posgrados, aunque coincidan con el nombre de la ciencia: Historia del Arte, Lengua Española, Derecho Penal. En cambio, si hablamos de la disciplina en general, lo correcto es usar minúsculas: estudio historia del arte, me gusta el derecho penal.
Sobre títulos académicos y denominaciones
Cuando mencionamos una titulación concreta, se escribe con mayúscula únicamente la parte específica del nombre; por ejemplo: Licenciatura en Periodismo o Grado superior de Administración y Finanzas.
Sin embargo, los sustantivos que aluden a las personas que poseen esas titulaciones van en minúscula: graduado, técnico, doctor.
¿Y qué pasa con los títulos de libros, películas o canciones?
Aquí es donde más errores se cometen, sobre todo en medios y redes sociales. Es común leer en noticias, por ejemplo: «Ha protagonizado algunas de las mejores series de Netflix, como, «La Casa De Papel » y «Dos Tumbas», cuando lo correcto sería decir: «Ha protagonizado algunas de las mejores series de Netflix, como, «La casa de papel » y «Dos tumbas».
La regla es simple: solo la primera palabra lleva mayúscula inicial, junto con los nombres propios que aparezcan dentro del título. Además, deben escribirse en cursiva si el formato lo permite, ya se trate de libros, películas, cuadros o piezas musicales: Cien años de soledad, Cumbres borrascosas, Orgullo y prejuicio, son algunos ejemplos.
Las mayúsculas son una herramienta poderosa, pero también delicada. Usarlas con criterio refleja buena educación lingüística, profesionalismo y respeto por quien te lee. No necesitas gritar para destacar: la claridad, la ortografía y el tono correcto comunican mucho mejor.